(No el mío, el tuyo)

Te cuento…

Ayer tuve un sueño húmedo.

Del que me gustaría no despertarme nunca. 

 

Resulta que cogía el móvil, me hacía unas cuantas fotos de postureo, las subía a mis redes, decoraba mi web con frases de algodón de azúcar y ponía el álbum de cromos de mis clientes por todos lados. 

Al día siguiente…

Nadaba por las mañanas en una piscina de dinero después de levantarme a las 5 am, meditar y que se me congelen las p”·%$””!!$”· después de un baño helado. 

Para el mediodía, cogía mi Mercedes-AMG GT Coupé para hacerme unas fotos de postureo en la playa con sus respectivas frases:

 

“Aquí sufriendo”

“Una estrella no compite con otras estrellas a su alrededor, solo brilla”

 

Y mientras el resto del día paseando por la orilla del mar, mientras mi community manager contestaba mis mensajes y me llegaban nuevos pagos de clientes a mi móvil.

Vía GIPHY

Ah, sí…

Que esto no iba de mis sueños, iba de ti.

Si lo que esperabas era un CV lleno de títulos, testimonios y mi súper portfolio, entonces igual no soy el copywriter que necesitas.

Soy Nacho,Copywriter, y dibujo con palabras.

Espera a ver si lo he entendido.

 

¿Dibujar con palabras?

¿No será escribir?

Sí, escribo.

 

Pero es algo más que escribir como lo haría tu cuñado.

Mis textos crean una imagen clara y definida de todo lo que tu cliente podría conseguir, cómo se va a sentir y en qué va a cambiar su vida si confía en ti.

En ti, no en otra persona.

Eso y que quiera pagar por lo que vale tu servicio o producto.

 

Y esto sucede porque en su cabeza te conviertes en la mejor opción.

 

Volveremos a ello, pero antes quiero contarte una historia…

Perdí la foto de la orla...
Perdí la foto de la orla...

La historia de mi NO CV

Desde que era un mocoso pequeñito fui inquieto, extremadamente curioso y aventurero.

No había nada más frustrante que no saber el por qué de algo o entender por qué las personas hacen lo que hacen. 

O dicen lo que no hacen.

O hacen lo que no dicen. 

Bueno eso y perder un partido de fútbol o balonmano, eso no estaba en mis planes nunca. 

 

En mi casa el deporte se respiraba, mis dos padres son profes de Educación Física. Lo raro era el pequeño Nacho, con 10 años escribiendo poesía. 

La vida…

El niño listo de la familia (y guapo, y guapo) acabó pues en el camino tradicional.

Magisterio de Educación Física e INEF. 

Hasta ahí todo normal…

Pero había un gusanito en mi interior que me comía por dentro. Tenía la curiosidad de vivir de otra manera y dedicarme a algo diferente.

Libertad de horario, creatividad, más pasta…esos eran mis deseos. 

 

No te voy a mentir, no voy de salvador de la Tierra y te recomiendo que desconfíes de los que se vanaglorian de sus nobles propósitos. Esos son los peores, como las mosquitas muertas. 

O los copywriters que enamoran. 

No soy de esos.

Me gusta ganar dinero y ayudarte a que tú también lo hagas. 

 

Y eso es lo que me llevó a formarme durante varios años en Marketing Digital y Copywriting.

Mientras tanto…

Durante unos 10 años tuve la suerte de trabajar en varios centros deportivos tipo wellness y cadenas top del país. Tanta suerte que pasé por casi todos los puestos posibles.

En serio, casi todos.

Desde socorrista a Director Técnico, pasando por entrenador personal online y presencial. 

 

Igual a ti esto no te importa. 

 

Pero a mi me sirve para entender a tus clientes, saber por qué eligen solucionar o no su problema y quién creen que es la persona adecuada para ello.

 

Te cuento.

He vendido servicios caros de entrenamiento personal presencia y online a clientes.

Lidiado con las altas esferas de ciertos clubs y convencerlos aunque fuese el novato y manager más joven de la compañia.

Gestionado clientes contentos y otros… bueno no tan contentos. 

Y gestionado un grupo de trabajo muy complicado que de media era 10 años mayor.

 

¿Sabes qué?

 

Al final lo único que marca la diferencia es entender a las personas y decirles lo que necesitan oír (o leer).

La comunicación. 

La historia que cuentas.

Y todo está en la mente de tu cliente, en la idea que se hacen de la vida, su situación y de ti.

 

Y puedo ayudarte a cambiar esa percepción. 

 

Para que te elija a ti.

Pague lo que vales.

Entienda que no haces lo mismo que el resto y seas su mejor opción. 

 

¿Qué significa eso para ti?

Básicamente que las ventas serán algo normal y fluido, como una conversación entre amigos. Sin fricción, sin dramas, incluso divertido.

 

Y eso llega cuando la historia de marca que cuentas, lo que dices es lo que tu cliente necesita.

Sencillo, pero no es fácil. 

Esto es lo que puedo hacer por ti para que seas la mejor opción de tu cliente: 

  • Escribo mails más adictivos que Juego de Tronos, tus clientes querrán leerlos, los estarán esperando y terminarán comprando. Eso significa campañas de mail o las clásicas newsletter (de las que funcionan).
  • Creo que ya te distes cuenta, hago storytelling, cuento historias. No es un capricho, Seth Godin, que es como el Dios del marketing lo dice, las buenas historias conectan y venden (y es divertido).
  • Escribo las páginas de venta (landing pages), el sitio más delicado que define si un cliente compra o no. Suelen sacar la tarjeta cuando las leen.
  • Creo los textos de tu web, que no son para enmarcar y poner junto a Machado, sino que forman parte de una estrategia y tienen 1 objetivo: que te elijan a ti.
  • No sé si te parece importante, pero a mí si. No aburro a tu cliente, es el antierotismo de las ventas.

Si tienes un proyecto que quieres que explote y sea diferente al resto, me encantaría trabajar contigo. 

 

Pero para eso antes tienes que leerme. 

 

Puede que cambies de opinión y pienses que soy muy tonto. Mejor asegurarte. 

Las tonterías mías, que te importan poco, pero igual quiero contarte.

  • Tengo una colección de calcetines deportivos para entrenar CrossFit, creo que soy como Sanson con su pelo, si no los tengo parece que bailo Zumba.
  • Tengo un libro sobre desarrollo personal no editado, no descarto sacarlo.
  • Escribo correos raros, cañeros y algunos inspiradores. Algunos se van al primer mail, no les culpo. La mayoría están enganchados. 
  • El Rey León es mi peli de la infancia y me siento como Simba. 
  • No tengo un portfolio, pero puedes pedirme datos, nombres y lo que quieras. 
  • No me levanto a las 5, ni me ducho con agua helada, pero se me pone la piel de gallina con las música, especialmente el violín y el saxo. No puedo vivir sin música y uno de mis sueños es ver todo tipo de conciertos, creo que en otra vida fui músico. 

En mi newsletter te cuento también anécdotas, pensamientos o ideas personales. 

 

Todas para que vendas con la precisión de un cirujano y sin dejarte tu presupesto en publicidad.